Los orígenes de San Cristovo de Cea, así como su tradición panadera, transcurrieron paralelas a la historia del Monasterio Cisterciense de Santa Maria La Real de Osera , Monacato que nunca dejó de lado las prácticas de la molienda y la panificación, proveyéndose de los recursos necesarios para tal fin, siendo la Villa de Cea principalmente la suministradora del Pan.
Desde su localización, en un cruce de caminos, de los cuales el más importante y transitado, por diferentes motivos, durante todos los tiempos era- y sigue a ser -el que se dirige a Santiago de Compostela, San Cristovo de Cea paso a ser «La Villa del buen Pan» , paradigma y referente en la provincia e incluso en toda Galicia.
Desde la primera reseña histórica que data del siglo XIII cuando el Abad Don Frei Arias Pérez obtiene del Rey Sancho IV el privilegio por el que concede al Coto de Cea Iglesia y feria mensual, hasta la actualidad, la Villa de Cea es un valioso testimonio de la historia de Galicia. La actividad panadera se incrementa notablemente en la época de la Casa de los Austria . Siglos después, desde la nueva Casa de Borbón, y gracias a un proyecto político que persigue la modernización del Reino, se realiza en el año 1752 por parte del Marques de la Ensenada un Censo en la Villa de Cea. En dicho catastro se catalogan como panaderos gran parte de los vecinos de San Cristovo de Cea, reseñándose también los hornos que ya por aquel entonces sumaban doce.
Los años fueron pasando y las primera guías de Galicia ya daban cuenta de la calidad del Pan, así en 1883 en la guía de Cesáreo Rivera y Víctor Manuel Vázquez se escribe lo que sigue «La Villa de Cea es famosa en toda la provincia por sus acreditadas tahonas, en la que se elabora un pan de trigo exquisito que se vende en el mercado de Carballiño y otros pueblos cercanos, en donde es muy apreciado». Se trata pues, de la fidedigna constatación de lacalidad de un producto elaborado de un forma singular que lo hacía muy apreciado, y además, de la actividad de unos hornos que venían cociendo desde hacía más de quinientos años. Años más tarde el reconocido escritor D. Ramón Otero Pedrayo , también dejó constancia de la notable industria panadera de la Villa de Cea en su redacción de la «Guía de Galicia» , teniendo esta un interés especial ya que es la primera vez que se recoge un testimonio gráfico del Pan de Cea ya que se incluye una ilustración de una panadera vendiendo Pan en la Villa de O Carballiño en un día de feria. El Pan sigue conservando la misma forma que en ella se describe.
En la actualidad podemos decir que la panadería sigue siendo la principal actividad agroindustrial de este municipio, a la que se dedican más de veinte hornos que elaboran este afamado producto al que desde hace ya varios años se le dedica una fiesta de exaltación en el mes de julio.